Claves para una auditoría energética

Claves para una auditoría energética

La correcta gestión de los recursos por parte de un edificio, sigue siendo una tarea en constante evolución para el sector de la construcción. Cada día, los diseñadores se enfrentan a nuevos retos para conseguir, además de un ahorro de energía, un menor impacto medioambiental. 

Actualmente, es imposible pensar en vivir dentro de una vivienda sin consumir energía, por eso, es importante tener conciencia de qué representa para el planeta consumir esa energía. Por ello, cabe resaltar la incógnita de, cómo podemos entonces controlar el consumo que posee nuestro edificio o vivienda, de cara a mejorar en términos de eficiencia.

Con estas intenciones nace por primera vez el concepto de auditoría energética, una solución que permite una mejor gestión del consumo de los suministros energéticos de nuestra casa. Desde wecity, vamos a comentar brevemente qué es y cómo se realiza una auditoría de este estilo.

¿En qué consiste?

Una auditoría energética consiste en realizar un estudio en profundidad de un edificio, incluyendo sus instalaciones con el fin de obtener información lo más objetiva posible acerca de la energía que la estructura consume por sí misma. Esta manera de análisis contempla las valoraciones de aspectos técnicos y económicos que puedan influir en el consumo de energía de todas las instalaciones.

El objetivo principal de este estudio es la comprensión de cómo el edificio gestiona su propio consumo, así como visualizar de forma gráfica los puntos débiles que posee, ya sea por causas relacionadas con el mal uso de la energía o por factores externos. Una vez se vean todas estas cuestiones, se podrán plantear una serie de medidas que reduzcan o mejoren la eficiencia que posea el edificio.

Desarrollo: pasos a seguir

Recopilar de documentación

El primer paso consiste en recoger toda la documentación que pueda poseer relevancia para elaborar el estudio. Esta será la relacionada con las instalaciones, construcción del edificio, facturas de suministros, horarios de usos, reformas, etc. 

Trabajo de campo técnico

Esta segunda fase consiste en parametrizar y monitorizar de forma técnica el comportamiento e integridad del edificio. Se realiza a través de la comprobación de: estado del edificio e instalaciones, mediciones de suministro eléctrico, instalaciones y demás dispositivos que posean relación con flujos de energía. También es relevante analizar hábitos de consumo de los usuarios a partir de cuestionarios.

Análisis

Una vez terminada la segunda fase, se analizarán los datos obtenidos para poder abordar la siguiente fase. Las cuestiones importantes giran en torno a dos puntos clave: el gasto de electricidad y gas, y la gestión del consumo eléctrico, ya sea realizando estimaciones, como determinar cómo se distribuye.

Propuestas para mejorar

La fase más complicada de la auditoría corresponde a realizar propuestas técnicas con el fin de buscar optimizar costes de los cambios que puedan hacerse. A su vez, incluir un análisis del coste económico que supondrán las mejoras y el periodo para conseguir amortizar ese gasto.

Realización del informe

Para finalizar el proceso, se debe generar un informe que detalle los objetivos, características y mejoras propuestas, así como un resumen de todo el trabajo que se ha llevado a cabo.

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