Tendencias en sostenibilidad: Diseño Bioclimático

Uno de los elementos más importantes a tener en cuenta para lograr un edificio sostenible es el diseño bioclimático. En el sector inmobiliario, cada vez son más las construcciones que cuentan con una arquitectura bioclimática, de tal forma que complementa perfectamente con la gestión de recursos que puede realizar el inquilino.

¿En qué consiste?

Para entender el concepto, debemos ponernos en un contexto donde todo esfuerzo por reducir y mejorar la gestión de recursos es fundamental para el planeta. Por ello, los arquitectos, además de selección de materiales, han optado por tratar de disminuir el impacto ambiental desde el propio diseño. A esto se le llama, diseño bioclimático, que se produce cuando a la hora de realizar los planos, se tiene en cuenta condiciones climáticas con el fin de aprovechar factores como la luz solar o el efecto climático del suelo para minimizar el consumo de energía.

Muchos son los elementos que componen la arquitectura bioclimática, por eso, desde wecity queremos contar algunos de los más interesantes:

Trayectoria del sol

Cuando hablamos de energía en edificaciones, no puede faltar la principal fuente energética de este tipo de diseños: el sol.

Para tener en cuenta la trayectoria en el diseño, habrá que partir de dos conceptos:

1) España pertenece al hemisferio norte y 2) tenemos dos equinoccios, uno en primavera y otro en otoño, traduciéndose en una posición de la trayectoria solar distinta, más vertical en verano y más baja en invierno.

Esto se traduce en que, según la orientación de la vivienda, se recibirá más o menos luz solar, provocando así un mayor o menor gastos de recursos energéticos. En invierno, la posición del sol favorece a una fachada sur, mientras que en verano ocurre lo contrario.

Radiaciones

En relación con la trayectoria solar, no solo la cantidad de luz será importante, también habrá que tener en cuenta cómo nos llega esa luz. Para ello existen una clasificación de radiaciones, en función de la incidencia que ésta realice en nuestro hogar:

Directa: cuando la radiación es directamente del propio sol.

Difusa: se recibe de la atmósfera debido a que se dispersa la radiación solar.

Reflejada: se produce mediante el reflejo con la superficie.

Efecto invernadero

Además de captar la radiación solar, es importante mantener el calor del sol y a esto se le conoce como efecto invernadero. Este fenómeno, consiste en dejar entrar la radiación para calentar el espacio y evitar que salga. Gracias a las propiedades del vidrio frente a la radiación, los rayos del sol entran en el invernadero sin que puedan salir.

Ubicación

Otro de los elementos importantes será la ubicación de la vivienda, otorgando diferentes condiciones micro y macro climáticas. Por un lado, condiciones macro climáticas son las relacionadas con el clima de la zona, que variará en función de la latitud y longitud: temperatura, lluvia y dirección del viento, son algunas de las condiciones más destacadas.

Por otro lado, las condiciones micro climáticas son consecuencia de modificaciones del terreno de forma significativa: pendiente del terreno, masas de agua, bosques o edificios cercanos, entre otras, sin condiciones que influyen en el proceso del diseño de una vivienda sostenible.

Técnicas de arquitectura bioclimática

Cuando hablamos sobre la capacidad de diseñar un edificio acorde a la sostenibilidad, aparecen una infinidad de posibilidades, por eso, tener en cuenta los materiales es importante, pero existen más componentes para conseguir un edificio que aproveche al máximo los recursos y la energía.

Orientación y forma

Tanto la orientación como la forma son dos cuestiones importantes a la hora de edificar. Los dos puntos clave en relación a la orientación: El viento, la influencia de vientos dominantes sobre la ventilación e infiltraciones. La captación solar, donde en invierno se vuelve imprescindible. Lo más recomendable, una fachada cuya orientación de captación principal sea hacia el sur.

Respecto a la forma de la vivienda, su influencia se ve cubierta por tres factores:

La superficie de contacto debe ser lo más pequeña posible para un buen aislamiento

En la resistencia al viento, habrá que tener en cuenta la altura de la casa. Si la altura es mayor, ofrecerá más resistencia al viento, traduciéndose más ventilación en verano, pero en invierno aumentarán las infiltraciones.

Captación solar. Esta vez en relación a la forma, conviene que sea compacta y alargada ya que, junto a la orientación al sur, se producirán menos pérdidas de calor.

Ventilación y tipos

La ventilación es otro de los pilares de la arquitectura bioclimática y se ha vuelto más importante con la llegada de la pandemia, sobre todo a la hora de aplicar la renovación de aire, para mantener condiciones higiénicas y evitar humedades. Aparte del confort y la climatización, ventilar es imprescindible contra las infiltraciones,  la ventilación no deseada que supone mucha pérdida de calor.

Junto a los diversos usos de la ventilación, hay que tener en cuenta las formas de ventilar:

Se produce al abrir las ventanas y crear corrientes con el viento entrante

Convectiva. Consiste en el reemplazo del aire caliente por uno más frío. Se puede conseguir de distintas maneras, por ejemplo, una forma es provocar aperturas en las partes altas de la casa, para que pueda salir el aire caliente al ascender.

Ventilación en invierno. Es habitual perder calor en invierno debido a infiltraciones, normalmente en cocina y baños. Para paliarlo, disponer de un electroventilador o colocar esos espacios en la periferia entre otras medidas, ayudarán considerablemente.

Fachada ventilada. Una delgada cámara de aire ventilada entre el revestimiento y aislamiento que permite la ventilación.

El aislamiento y masa térmica

La masa térmica se entiende como la capacidad de un material de absorber y guardar energía térmica, importante para mantener el calor. Por ello muros, suelos y techos gruesos actúan como una masa térmica eficaz, siendo poco aconsejables en viviendas que se necesiten calentar con rapidez. En la otra cara está el aislamiento térmico, evitar o dificultar el paso del calor del interior al exterior y a la inversa. Su colocación debe ser por el exterior de la masa térmica, y así conseguir una acumulación de calor eficaz dentro de la vivienda y un buen aislamiento exterior.